PECADO CAPITAL: ENVIDIA

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Una de las principales enseñanzas del catolicismo y el cristianismo son los Pecados Capitales, siete en total son los que conforman esta clasificación, de los vicios principales en los que podemos vernos sumergidos. Lo que cada uno de estos pecados envuelve, ha ido aumentado según pasa el tiempo, la síntesis de que estas perdiciones se podían catalogar de acuerdo a las virtudes que se oponen, no es suficiente. Referente a este tema, La Biblia es bastante escueta e incoherente, como es usual se requiere la consulta de obras literarias que profundicen los argumentos, la mejor fuente conocida sin duda, se trata de la Divina Comedia de Dante.

La envidia es el pecado con el que mejor podemos identificarnos, aquí pecamos a la perfección de manera diaria. Para resumir, esto no es otra cosa que alegrarnos por quien le va mal, y sentir un profundo desconsuelo, cuando a quien le va bien, no es a nosotros. Esto incluye todos los resquemores por lo que alguien tiene y tu no, tal como le suceden a casi todas las mujeres cuando de una manera abierta y sin tapujos expresan: ¡Mira la perra esa como come y esta súper flaca!

Haciéndole ciertas adaptaciones a un escrito de Pérez Reverte, hago mi contribución para definir la envidia como pecado capital, cualquier parecido con la realidad no es coincidencia, sencillamente son venezolanos, en una pequeña historia que nos retrata mejor que cualquier libro. El caso es de dos amigos que se consiguen y uno le dice al otro:

- ¿Sabes que fulano se compró un carro?

- ¿En serio? ¿Cuál?

- Un Corsa usado

- ¡Oye qué bien! De verdad me alegro mucho por fulano, ya era tiempo que pudiera darse un gusto, el es muy trabajador. Yo le tengo mucho aprecio, dale un saludo y a ver cuando nos vemos los tres para tomarmos una vaina.

Al cabo de unas semanas, vuelven a encontrarse los mismos personajes:

- ¿Mira vale y como le va a fulano?

- Pues bastante bien, el otro día lo vi y ya había cambiado el Corsa por un Optra de agencia.

- ¿Verga si? Me alegro por él, yo le tengo mucho cariño y aprecio, seguro que con el Corsa estaba bien, pero carro nuevo, es carro nuevo. Estamos pendientes de vernos y tomarnos algo.


Pasa más tiempo y vuelven a encontrase:

- Adivina la última de fulano. Se mudó alquilado a Chacao y encima ya se compró otro carro, cambio el Optra por un Corolla.

- ¿Mierda en serio? Pero si el Optra estaba nuevo y para lo que él podía usarlo le iba bien, quien lo ha visto y quién lo ve al guevon ese. Pero bueno el trabaja como un burro, yo lo aprecio mucho…¿Sabes? Me alegro mucho por él, tiene sus vainas pero me alegro. Seguimos pendiente de los traguitos, dale un abrazo de mi parte.

Un nuevo encuentro:

- Si te cuento de fulano, compró el apartamento donde estaba alquilado y encima carga tremenda camioneta 4x4.

- ¿Quéeeeeeeee? ¿Y ese pajuo para que necesita un rústico?

- Imagino que le va muy bien….

- Pues para lo que hace no me cuadra mucho la gran vida que se anda dando. Si es arrecho, el otro carro estaba nuevo lo vende y se compra una camioneta mas el apartamento, el siempre ha sido bastante prepotente, pero como le tengo aprecio y cariño a fulano. Te voy a contar algo….mejor no me hagas hablar. Dale mis saludos.

Unos meses más tarde:

- Seguro algo me vas a contar de fulano

- Pues si vale, resulta que ahora se compró una Fortuner de agencia y se está mudando para Altamira, ¿Qué tal?

- Pero ese ¿quién coño se cree que es? Si hace nada no tenía ni donde caerse muerto, no te lo tomes a mal, tú sabes bien que yo lo aprecio mucho. Pero coño, mira que volver a cambiar de carro y de apartamento otra vez no me parece, ni escribir sabe el muy bruto. Seguro es verdad lo que me contaron de su esposa y todo lo demás…..mejor no me hagas hablar. Eso sí, no me vuelvas a decir nada de ese carajo, como se debe de estar llenando…


Después de leer, también están hablando mal de fulano, ¿Verdad?