DÍA DEL TRABAJADOR

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Dijo George Bernard Shaw:

El año tiene 365 días de 24 horas, de las cuales 12 están dedicadas a la noche y hacen un total de 182 días, por lo tanto, sólo quedan 183 días hábiles; menos 52 domingos, quedan 131 días; menos 52 sábados, quedan un total de 79 días de trabajo; pero hay 4 horas diarias dedicadas a las comidas, sumando 60 días, lo que quiere decir que quedan 19 días dedicados al trabajo.

Pero como usted goza de 15 días de vacaciones, sólo le quedan cuatro días para trabajar; menos aproximadamente tres de permiso que usted utiliza por estar enfermo o para hacer diligencias, sólo queda un día para trabajar; pero ese día es, precisamente, el "Día del Trabajo", que es festivo, y por lo tanto no se trabaja.

Entonces… ¿de qué se siente usted cansado?

Siempre me ha parecido un oxímoron que la celebración del día del trabajador se realice justamente no trabajando, lo que si estoy seguro es que todo “buen” trabajador se sentirá más satisfecho mientras menos trabaje. El trabajador, en su concepto, deberíamos ser un poco más estrictos para quienes se hacen llamar como tal, es decir, aquí todo inútil se jacta en decir que trabaja. El trabajador no es solo aquel que cumple un horario en el puesto que está asignado, también incluye hacerlo bien.

Las marchas, por ejemplo, que se realizan el 1ro de Mayo, en su mayoría, están conformadas por Gremios Sindicales…perdonen que me cague de la risa…pero es que no me produce otra cosa que un Delegado Sindical sea considerado un trabajador. Estos individuos, mal llamados representantes de trabajadores, que su ímpetu de trabajo es menos que no hacer nada, paradójicamente su mejor manera para exigir mejoras salariales, es justamente no trabajando, lo abyecto de su forma de actuar e intimidar es solo por interés de su propia nomina y nunca en el trabajador. Los requisitos para ser un buen Sindicalista, aparte de todas las mañanas lavarte la cara con concreto, es ser un respetable matón y tener buen poder de convencimiento de que lo eres, es tan cómodo el nivel de vida de estos parásitos chupasangres, que se compiten los puestos hasta con la muerte, tal enfrentamiento entre bandas. Los Gremios Sindicales, anteriormente eran conformados por trabajadores, pero ahora, esta pila de inútiles, son retribuidos por cuotas del salario de una pila de idiotas, que quieran o no, deben estar representados por ellos.

Cada vez que me veo en la penosa obligación de dirigirme a algún ente público, deseo al menos una vez, ser atendido por alguien que sea un poco menos inútil que una tetilla de hombre, aunque sea en una oportunidad no recibir respuestas como: Su tramite no está listo, venga mañana que hoy no lo pueden atender, están reunidos, pase y espere, a sabiendas que todas esas respuestas están enmarcadas en la más absoluta incompetencia, sencillamente el “no me importa” y “no es mi problema” es lo que se suele interpretar de estos grandes emprendedores.

No entiendo cómo podemos mal llamarnos trabajadores, cuando la ineficiencia e incompetencia campea en todos los ámbitos que nos rodean, basta con salir , entrar a algún establecimiento comercial, en la oficina, en la calle, la consigna pareciera ser, trabajar lo menos posible y en ese ínterin aprender todo lo superfluo, que sirva para hacer lo mínimo necesario. Estamos rodeados de “bregarios”, que si por alguna razón es necesario que levanten el culo de una silla para trabajar, lo menos que te desean es una muerte lenta y sufrida.

Desde hace tiempo caímos en el sin razón de no hacer nada, por ende no podemos esperar recibir buenas atenciones, si pudiéramos reclamar los malos servicios llegando armados con escopeta y ¡Pam! Cuando la perra del mostrador te diga “Todavía no está listo” o cuando algún otro incapaz exclame “Si quiere pase mañana a ver” ¡Pum! Estoy seguro que las cosas fueran diferentes.